¿Hay vampiros energéticos en tu casa?
Claro que los vampiros energéticos existen y convivimos con ellos todos los días. ¿Te ha pasado que ves tu recibo y no sabes por qué consumes tanto? Pues los vampiros energéticos son una serie de malos hábitos cotidianos que hemos consolidado inconscientemente y que nos llevan a malgastar inútilmente la energía que nos llega en forma de gas y electricidad, de modo que disparan las facturas a demás de representar un incremento en la generación de gases de efecto invernadero al planeta como es el CO₂.
Vampiro #1 Tus equipos en stand by.
Se calcula que en algunos casos el 15% del consumo que se refleja en la factura es por el uso de estos equipos. Corregirlo es tan sencillo como colocar colectores de enchufes con interruptor para poder apagarlo por la noche o si nos vamos de vacaciones o fin de semana.
Vampiro #2 El Microondas
Es uno de los equipos que acostumbramos a no desconectarlo y consume 3.8 W por hora solo enchufado, pero si por descuido dejamos la puerta abierta puede llegar a alcanzar los 25 W. ¡Recuerda cerrar la puerta!
Vampiro #3 Televisores
Son considerados la segunda fuente de gastos más fuerte después del refrigerador. Los modelos de TV antigua con proyección trasera pueden llegar a consumir el doble de energía que un televisor plasma. Un total de 6,6 watts.
Vampiro #4 El cargador del celular
Los cargadores de celular es considerado el que menos energía consume, pero a muchos nos pasa que preferimos dejarlo conectado, y esto puede generar 2.36 W por hora.
Vampiro #5 El decodificador de la TV
Según un estudio publicado por el New York Times estos inofensivos aparatos pueden llegar a consumir hasta tres veces más que una lavadora. Y si tienes un descodificador que graba videos pedes llegar a gastar hasta 43.4 watts por hora.
Solución a esos vampiros energéticos.
Te recomendamos que desenchufes los dispositivos cuando no están siendo utilizado, eliminando cualquier potencial pérdida de energía. Para ahorrar el tiempo y la molestia de desconectar todos los elementos de un ordenador o de un sistema de cine doméstico, puedes conectarlos todos a una regleta o a un estabilizador de tensión para que puedan apagarse con un solo interruptor.
